viernes, 21 de agosto de 2009

aDRIANA


Adriana pulveriza con su lengua
lo que en su intelecto, ha de soplar
y se mece sobre filos
y sonríe sangre oscura
y alma
y vida
y muerte
y siempre resurrección.

Adriana sabe eso de llorar y de llorarse
de caer y volverse a levantar
de “nostalgiarse” cuando melancolía
de inmolarse cuando otros han de estallar.

Adriana busca amores imposibles
y es por eso que me encontró
cuando abraza; abarca, atrapa
“adicciona” para nunca más soltar.

Adriana confiesa que ha vivido
tantas veces como muertes por amor.
Adriana tan altiva, apasionada
tan mía y tan de nadie, tan Adriana.

Adriana, dama oscura de alas negras

que resultó ser luz en mis cielos
seca sus tintas, asesina musas
en el brillo sombra de sus letras.

Adriana, vampira del alma
entrepierna en llamas
gata de sol y luna
guerrera de estirpe
Palermo se luce
Caracas la extraña
las fobias se aferran
sus piernas se abren
y el cielo
y el diablo
y dios
y todos los santos
y cada demonio

y todo.

Adriana.

2 comentarios:

  1. belleza, amor, adoración, dos vidas en una...todo eso y más se deduce de una poesía que suena a música, de una poesía que evoca una canción.

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  2. Coincido con el anterior comentario, este poema "suena" a canción, y ella debe bailar suspendida del aire al escucharlo.

    Abrazos,
    P.

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